Durante el Alto Renacimiento, se produjo la difusión de los planteos renacentistas por Europa. Al principio fueron obras de artistas italianos, solicitadas por nobles y burgueses de muy distintos lugares, las que manifestaron que el gusto renacentista comenzaba aponerse de moda. También ayudaron la difusión de los grabados y los viajes de los artistas a Italia, que se convirtieron en obligados para cuantos pretendían actualizarse en las artes.

El desarrollo tardío, fuera de las ciudades italianas esta vinculado a la aceptación o rechazo de los valores preconizados por el Renacimiento y los antecedentes históricos. En el caso de los territorios germanos no tenían un pasado clásico. En cambio, el pensamiento humanista, racional, basado en el análisis objetivo, sí fue aceptado en Alemania, lo que desembocaría en la reforma protestante.

Por toda Europa las grandes familiar nobles comenzaron a edificar nuevos palacios según modelos italianos y a formar grandes colecciones de obras de arte, en ocasiones más como símbolo de poder que por el disfrute en sí de las mismas.

La serenidad de los modelos de Rafael, el sfumato de Leonardo y el estudio anatómico de Miguel Ángel se fueron incorporando a la obra de artistas europeos e forma paulatina, aunque respetándose por lo común las peculiaridades locales.

En Francia surgió la Escuela de Fontainebleau, integrada por pintores reunidos en torno a Francisco I. Entre estos había algunos de origen italiano que fueron llamados expresamente para trabajar al servicio del monarca.  Tanto Leonardo como Andrea del Sarto estuvieron en Francia, y con su presencia ejercieron influencia decisiva sobre los pintores franceses del momento.

Clouet: retrato de Enrique I

Jean Clouet (1477-1541), aunque de origen flamenco, trabajó mayormente en Francia, destacado dibujante y retratista.

Mientras, en los Países Bajos, la pintura durante el siglo XVI estuvo representada por Brueghel el viejo (1525-1569), que represento el mundo campesino y costumbrista, así como los paisajes montañosos y helados. Este pintor es el continuador de la tradición flamenca, minuciosa y moralizante, presente en la pintura del Bosco. Otro pintor relevante es Quentin Mesys (1466-1530), aunque ene su obra se conservan rasgos de goticismo como en El cambista y su mujer.

En Alemania, el Renacimiento está encarnado por Durero (1471-1528). Nacido en Nuremberg, Albert Dürer, una de las ciudades alemanas con mayor ambiente cultural del siglo XVI. Son relevantes sus autorretratos, los bocetos de animales y plantas, donde demuestran su interés por la naturaleza desde un punto de vista científico, y los grabados. Obras destacadas son Adán y Eva (1507) y El autorretrato (1498)

Hans Holbein el joven (1471-1528), retratista y además captó con gran detallismo las joyas y las vestimentas. Durante su estancia en Inglaterra realizó el Retrato de Enrique VIII, una de sus obras más conocidas junto con Jean de Dinteville y Georges de Selve (1533) también denominada Los embajadores

Amigo personal de Martín Lutero, Lucas Cranach el viejo (1472-1553) realizó cuadros mitológicos protagonizados por mujeres desnudas fríamente representadas, así como asuntos religiosos: El paraíso y Gran crucifixión.

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