Cronología: 1507 – 1516.

Técnica: Óleo sobre tabla de madera de nogal

Dimensiones: 76,3 x 57 cm

Localización actual: Museo del Prado, Madrid, España

Hasta fechas recientes esta pintura era considerada como una más de las muchas versiones existentes del célebre cuadro homónimo de Leonardo da Vinci conservado en el Museo del Louvre, del que se diferenciaba ante todo por el fondo negro, la menor calidad del dibujo y la ausencia del característico sfumato leonardesco. Procede de la colección real, donde probablemente se registra en 1666 en la Galería del Mediodía del Alcázar como una mujer de mano de Leonardo Abince.

El estudio técnico y la restauración realizados entre 2011 y 2012 han revelado, sin embargo, que se trata de la copia de la Gioconda más temprana conocida hasta el momento y uno de los testimonios más significativos de los procedimientos del taller de Leonardo. La existencia del paisaje bajo el fondo oscuro se detectó a través de una reflectografía infrarroja y una radiografía. Análisis posteriores permitieron detectar que el repinte era posterior a 1750 y que debajo se conservaba el paisaje original en buen estado, aunque inacabado en algunas zonas, lo que pudo ser la causa de su enmascaramiento.

Los materiales utilizados son de gran calidad y su factura es muy cuidada, a pesar de la inferior calidad respecto al original. Pero su mayor interés reside en que, desde el dibujo preparatorio y hasta casi los últimos estadios se repite el proceso creativo del original.

Las dimensiones de ambas figuras son idénticas y fueron quizá calcadas partiendo del mismo cartón. La prueba más evidente de que las dos obras fueron realizadas al mismo tiempo es que cada una de las correcciones del dibujo subyacente original se repite en la versión del Prado, lo que demuestra que su autor tuvo en cuenta elementos que Leonardo dibujó en las capas subyacentes pero no incluyó en la superficie

Formalmente son iguales, pero la tabla del Prado está lejos de la calidad y la factura de la del Museo del Louvre. Los paisajes del fondo participan del mismo aspecto evanescente, pero el recuperado en la copia está inacabado. En él se observan formaciones rocosas que el maestro dibujó en Milán hacia 1508-11 y que se hallan bajo la superficie del prototipo. Esto apoya la hipótesis de que la obra del Prado representaría un momento anterior a la finalización del original, que Leonardo modificó cuando el copista ya no podía verlo, o que su tabla se quedaría en Milán cuando Leonardo viajó a Roma en 1513 y no pudo seguir trabajando en ella.

Todos estos elementos apuntan a un miembro del taller de Leonardo, próximo a Salai o a Francesco Melzi, los alumnos más cercanos al maestro y que tenían acceso directo a sus dibujos de paisaje.

Anterior
Siguiente
Entradas recientes

Designed with WordPress

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar