En los años 50, la nota que mejor define la arquitectura es la diversidad.

Aparecen en escena arquitectos que, siguiendo el ejemplo dado por Le Corbusier en sus últimas obras, interpretan la arquitectura cual si fuera un objeto escultórico.

Este es el caso del italiano Pierluigi Nervi (1891-1979), ingeniero que colaboró con Giovanni Ponti (1891-1979) en la Torre Pirelli en la ciudad de Milán. Este rascacielos de gran altura emplea el muro-cortina. Si bien esta obra no será, una de las que mejor representa su manera de interpretar la arquitectura. Basará la mayor parte de sus creaciones en tres aspectos: cúpula esférica, la bóveda cilíndrica y los pilares inclinados en forma de “Y”.

En idéntica línea se encuentra Félix Candela (1910-1997), arquitecto de origen español afincado en México, en las que recurre continuamente a las formas parabólicas.

El danés Jørn Utzon (1918-2008), es autor de la Ópera de Sydney, este edificio está realizado con inmensos cascarones blancos prefabricados de cemento armado colocados sobre una plataforma que avanza hacia el mar.

Eero Saarinen (1910-1961), arquitecto y diseñador industrial finlandés, realizó la Terminal aérea de TWA en el Kennedy Airport de Nueva York, obra que se inspira en una gran ave con las alas desplegadas. Inscrito en este tipo de arquitectura se encuentra Kenzo Tange (1913-2005) creador de la Piscina olímpica de Tokio.

De la mano de Allison (1928-1993) y Peter Smithson (1923-2003), surge el Nuevo Brutalismo, a partir de 1954. El brutalismo, es una exaltación de los materiales y de su capacidad expresiva. La Escuela de Hunstanton es la primera obra brutalista, en el edificio se dejan a la vista ladrillos y acero, así como tuberías, conductos, etc. En Estados Unidos, Paul Rudoph (1918-1997) y Lois Kahn (1901-1974). Este último fue artífice del Palacio de la Asamblea de Dacca en Pakistán y el Centro para la comunidad judía de Trenton.

En Italia, destacan los ejemplos como la Torrre Velasca del grupo B.B.R.P.. Este era un equipo de arquitectos fundado en Milán, en 1932, siendo el acrónimo formado por las iniciales de los apellidos de sus cuatro integrantes: Gian Luigi Banfi (1910-1945); Lodovico Barbiano di Belgiojoso (1909-2004); Enrico Peressutti (1908-1976) y Ernesto Nathan Rogers (1909-1969). Se trata de una revisión del Racionalismo, pero contemplando la tradición, puesto que está inspirada en la arquitectura medieval italiana, y exaltando la potencia matérica. Por otro lado, destaca la arquitectura de los barrios de la ciudad de Roma recogida en las películas del Neorrealismo italiano, representada por los arquitectos Mario Ridolfi (1904-1984) o Vittorio Gregotti (1927-2020).

En Finlandia, Alvar Aalto (1898-1976), es el máximo exponente arquitectónico de este momento en su país. Sus obras combinan el espíritu racionalista con la tradición popular y los materiales tradicionales, preferentemente madera. Son edificios cálidos y adecuados a la dimensión del ser humano, en los que es posible percibir la influencia de Wright. Fue autor de varios edificios de exposiciones.

LA DÉCADA DEL 60

Los sesenta son tiempos revolucionarios y de utópicas propuestas, dentro de las que sobresalen los arquitectos japoneses, los más creativos e innovadores. Son quienes ponen en funcionamiento las novedades tecnológicas aparecidas en aquellos años.

El urbanismo experimenta un extraordinario y revolucionario cambio. Se revisan los modelos urbanísticos vigentes en Occidente y se buscan soluciones alternativas.

El Grupo Archigram, de origen inglés procedente de la estética pop y del mundo del cómic, llegó a diseñar una ciudad que se podía mover gracias a las patas de las casas que se asemejan a grandes naves espaciales. (Walking City, Plug-in City, Instant City) Los principales miembros del grupo fueron: Peter Cook (1936), Warren Chalk (1927-1988), Ron Herron (1930-1994), Michael Webb (1937), entre otros.

En esta época, Japón desempeña un papel fundamental, realizando aportes extraordinarios. Los arquitectos Kenzo Tange, Kisho Kurokawa (1934-2007) y Arata Isozaki (1931).

Estos representan lo que se ha denominado el Metabolismo, fundando en los siguientes aspectos:

  • Las mega estructuras: torres formadas por diversas células prefabricadas con forma de cubos o módulos agregados a un eje central: Torre-cápsula de Nakagin, de Kurokawa.
  • Vigas voladizas como elementos horizontales volados que refuerzan la sensación de horizontalidad de algunos edificios.
  • Mallas colgantes, utilizadas sobre todo por el arquitecto alemán Frei Otto (1915-2015): Pabellón de la República Federal Alemana en la Exposición Universal de 1967 en Montreal, Canadá.
  • Construcción de edificios como grandes cajas cúbicas cerradas por muro cortinas.

Este último elemento seguirá siendo esencial en la elevación de rascacielos, que durante estos años se continúan construyendo como fruto de las investigaciones, tanto tecnológicas como formales, que se estaban alcanzando en este terreno. Especialista en este tipo de construcciones es el Grupo S.O.M. – Skidmore, Owings and Merrill, estudio de ingeniería y arquitectura estadounidense-, autores del John Hanckock Center de Chicago.

Por último, Richard Fuller (1895-1983), quien en 1967 realizó el pabellón de Estados Unidos para la Exposición Universal de Montreal: un espacio cubierto con una imponente cúpula geodésica. Esta es una gran esfera realizadas con pequeños tetraedros de aluminio, económicas, livianas y resistentes que permiten cubrir grandes espacios con pocos puntos de apoyo.

LA ARQUITECTURA POSMODERNA

Charles Jencks (1939-2019), conocido historiador de la arquitectura, paisajista y teórico cultural fue uno de los grandes intérpretes y teóricos de la arquitectura del último tercio del siglo XX. Entre sus libros destaca El lenguaje de la arquitectura posmoderna traza un árbol genealógico de la misma y establece los elementos que dan paso a la Posmodernidad. Durante los años 80 se revitaliza un tema que había permanecido olvidades prácticamente desde los comienzos del siglo XX: la pervivencia de la arquitectura clásica.

El norteamericano Robert Venturi (1925-2018) y el italiano Aldo Rossi (1923-1997) son dos de los arquitectos representativos de la posmodernidad.

Venturi, nacido en Filadelfia, está más próximo al Pop-Art y al Archigram. Está totalmente opuesto al Movimiento Moderno. Sus obras son eclécticas, ambiguas e irónicas y demuestran su preocupación por la relación función-forma. Entre sus creaciones más interesantes se encuentra Venturi House en Chesnut Hill.

Aldo Rossi (1923-1997), fue el redactor de la revista Casabella, sus obras se caracterizan por la simplicidad, el orden simétrico de las fachadas, la pureza de sus líneas, e incluso del respecto a las leyes clásicas de la composición. También se ha considerado un neo racionalista. Su arquitectura se relaciona con la pintura metafísica de Giorgio de Chirico, que en sus cuadros pinta arquitecturas muy similares a las que hizo Rossi: arcos de medio punto, edificios rojizos, etc.

Charles Jencks realizó una clasificación de la arquitectura posmoderna en los años 80, respecto a la arquitectura clásica, en tal sentido se pueden catalogar:

  • Irónico: emplea elementos clásicos sueltos, inconexos, deslavazados, con una gran dosis de ironía. En este caso se encuentran Graves (1934-2015), su obra fundamental fue el Ayuntamiento de Portland y Charles Moore (1925-1993) creador de la Plaza de Italia en Nueva Orleans.
  • Fundamentalista: se trata de extraer los elementos geométricos esenciales, la esencia misma del Clasicismo, sus rasgos fundamentales. En este grupo están Aldo Rossi y Rafael Moneo (1937).
  • Canónico: es la postura más retardataria, es la que más cerca está de todas al revival. Tiene gran incidencia en el Reino Unido y los Estados Unidos. Ricardo Bofill (1939-2022) es un buen ejemplo.
  • Latente: toman de clasicismo los principios de organización de los elementos, pero no lo elementos en sí ni su vocabulario formal.
  • Moderno: compatibiliza con nuevas teorías en una especie de eclecticismo.
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